Cuando Ford revivió la denominación Puma, muchos aficionados pusieron el grito en el cielo. Lo mismo ocurrió cuando su crossover eléctrico recibió la denominación Mustang. Ford sabe que la nostalgia vende, y que es una poderosa arma de marketing. La empresa seguirá empleando denominaciones míticas en el futuro inminente, y específicamente, para el que podría ser su eléctrico de mayor volumen en el continente europeo. Será desvelado el próximo 10 de julio y todos los rumores apuntan que se llamará… Ford Capri.
La historia del Ford Capri
El Capri fue un precioso coupé de dos puertas, que Ford vendió desde finales de los años sesenta hasta bien entrados los años ochenta, concretamente hasta el año 1986. En ese sentido, habría nada menos que 38 años entre el último Capri y el futuro eléctrico de Ford, permitiendo el «reposo» necesario para esta mítica denominación. Una denominación que en Europa, y por parte del público generalista, quizá no resonará tanto como Puma o Mustang. Con todo, evoca libertad, vacaciones y ausencia de preocupaciones.
Un coche destinado al mercado europeo
El Capri fue un coche destinado al mercado europeo, vendido entre los años 1968 y 1986. Parece ideal para el equipo de marketing tras este importante lanzamiento. Lo que sabemos por el momento es que el Capri del futuro será un crossover eléctrico construido sobre la plataforma MEB del Grupo Volkswagen. Esta plataforma es la misma sobre la que se construye el Ford Explorer EV, como parte de un gran acuerdo entre ambos grupos para coches eléctricos destinados al mercado europeo. Es decir, el futuro Capri compartirá plataforma con coches como el Volkswagen ID.4, el CUPRA Born o el Skoda Enyaq.
Características del nuevo Ford Capri eléctrico
Además de compartir plataforma, hablamos de baterías y el software de los vehículos, parte integral de cualquier coche moderno. La aportación de Ford se centrará en el diseño de la carrocería e interior, específicos al vehículo de Ford. Las fotos espía que han circulado en Internet durante las pasadas semanas muestran un crossover compacto de aspecto coupé, con unos 4,50 metros de longitud. Es difícil apreciar sus dimensiones, pero parece de pura lógica que se sitúe un paso por debajo de los Ford Mustang Mach-E.
En resumen, la resurrección del Capri como un crossover eléctrico es un movimiento estratégico de Ford, que apunta a capturar la nostalgia y adaptarla a las demandas modernas del mercado europeo. Este lanzamiento promete combinar historia y tecnología en un solo vehículo, haciendo del Capri una vez más un nombre relevante en la industria automotriz.
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