Hyundai Tucson, conocido por su audaz diseño y prestaciones avanzadas, presenta su joya de la corona: la versión PHEV con un impactante motor de 265 CV. Pero, ¿vale la pena pagar más de 53,000 euros por la etiqueta 0 y unos 50 km eléctricos? En esta exhaustiva revisión, exploramos los detalles de esta variante exclusiva, que va más allá de las expectativas.
Diseño Distintivo: El Tucson PHEV impresiona con su diseño futurista gracias al lenguaje Sensuous Sportiness y la Dinámica Paramétrica. Desde faros ocultos hasta el logotipo de vidrio en la zaga, cada detalle refleja innovación. Con el punto de carga estratégicamente ubicado, el SUV ofrece una mezcla de estética y funcionalidad.
Interior Tecnológico: El habitáculo, inundado de calidad percibida, adopta la modernidad con dos pantallas de 10,25 pulgadas y controles táctiles. El espacio trasero destaca por su amplitud, climatizador de tres zonas y capacidad de maletero que desafía la norma de los PHEV.
Potencia y Eficiencia: Con un motor turbo de gasolina y una transmisión automática de seis velocidades, el Tucson PHEV combina 180 CV con una mecánica eléctrica de 91 CV, ofreciendo una experiencia de conducción natural. Aunque su peso afecta el consumo en modo híbrido, las cifras de aceleración (0-100 en 8.2 segundos) son notables.
En Marcha y Equipamiento: A pesar de su peso, el Tucson mantiene su dinámica, ofreciendo comodidad y agilidad. La amortiguación ajustable y el Terrain Mode añaden versatilidad. El acabado Style, que incluye todo, desde pilotos LED hasta techo panorámico, justifica su precio inicial de 53,550 euros, especialmente considerando las opciones del Plan MOVES III y financiamiento.
Con la próxima llegada del Tucson 2024, este SUV promete seguir siendo un referente en el mercado. ¿Merece la pena la inversión en la versión PHEV? La respuesta radica en aquellos que buscan un equilibrio entre lujo, rendimiento y sostenibilidad.
