Guerra de aranceles por coches eléctricos chinos deja a México en dilema

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La guerra comercial en torno a coches eléctricos debe tener vencedores y vencidos. A México le toca mover ficha y decidir en qué bando está. El mapa geopolítico en torno al mercado de los vehículos eléctricos quedó perfectamente definido hace poco más de una semana. A un lado: Europa y Estados Unidos con los aranceles para frenar la expansión que llega de Asia. Al otro, China contra todos. Pero en este juego hay piezas del tablero sueltas que no saben si avanzar o proclamar una retirada a tiempo. México se había convertido en lo más parecido a la “fábrica americana” de China, pero ahora no está tan claro.

El mercado de los vehículos eléctricos se ha convertido en un campo de batalla comercial. Europa y Estados Unidos han impuesto aranceles para detener la expansión china en sus mercados. Mientras tanto, China ha respondido con estrategias para evadir estos obstáculos, y México se encuentra en el centro de esta disputa, debatiéndose entre sus intereses económicos y la presión de sus vecinos del norte.

coches eléctricos

Made in China, en México

El año pasado, México se convirtió en el segundo mercado receptor de automóviles chinos en el mundo, con 260,000 vehículos en un año. Este avance posicionó al país como un punto estratégico para los asiáticos, permitiéndoles no solo acceder al mercado latinoamericano sino también al estadounidense. La industria automotriz en México contribuyó con el 4.8% del PIB y generó un millón de empleos directos y 3.5 millones indirectos. Con la colaboración china, se esperaba una aceleración de estos números.

China-EEUU: Una Rivalidad Creciente

A principios de 2024, China aumentó su dominio en las cadenas globales de suministro, lo que encendió las alarmas en Estados Unidos, el mayor consumidor del planeta. La administración Biden mantuvo los aranceles impuestos por Trump y prohibió inversiones en sectores tecnológicos estratégicos para China, además de restringir exportaciones de semiconductores y chips. En mayo, Biden anunció aranceles del 100% a los vehículos eléctricos chinos.

Para esquivar estos aranceles, China ha derivado sus mercancías a México, buscando aprovechar la proximidad y las relaciones comerciales existentes. Esta situación podría ser ventajosa para la economía mexicana, aunque con el riesgo de complicar sus relaciones con Estados Unidos.

El “Truco” Chino

Los fabricantes de automóviles chinos pueden eludir los aranceles estadounidenses estableciendo plantas en México, siempre y cuando cumplan con las reglas de contenido regional. Para evitar los aranceles, al menos el 75% de las piezas principales de los vehículos, como el motor o la transmisión, deben ser de origen norteamericano. Por eso, levantar una planta en México se presenta como una opción viable.

México en la encrucijada

En abril, bajo la presión de Estados Unidos, el gobierno mexicano mantuvo a los fabricantes de automóviles chinos a distancia, negándose a ofrecer incentivos como terrenos públicos de bajo costo o recortes de impuestos. Esta decisión afectó directamente al fabricante chino BYD y su propuesta de construir una planta de vehículos eléctricos en México. La medida, impulsada por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), buscaba mantener a los fabricantes chinos fuera de la zona de libre comercio del T-MEC.

China-Europa: Un panorama similar

En Europa, aunque la UE tiene a China como su segundo socio comercial, la situación es similar a la de Estados Unidos. Hace una semana, la UE impuso aranceles al coche eléctrico chino, que oscilarán entre un 17% y un 38% desde julio, afectando a los grandes fabricantes asiáticos como BYD, Geely y SAIC.

México, ante una decisión crucial

Con la guerra comercial de los vehículos eléctricos claramente definida, México enfrenta una decisión crucial. La elección que tome no solo afectará su economía interna, sino también sus relaciones con Estados Unidos. Mientras tanto, BYD, el fabricante chino líder en ventas de coches eléctricos en 2023, está considerando seriamente la apertura de una fábrica en México para producir localmente y eludir los aranceles estadounidenses del 100%.

Advertencia China

Mientras México decide su posición en este tablero geopolítico, China advierte sobre las posibles repercusiones para quienes se opongan a su expansión. Los fabricantes europeos, por ejemplo, podrían enfrentar restricciones en el mercado chino si la UE sigue imponiendo barreras.

La encrucijada en la que se encuentra México refleja la complejidad de la situación geopolítica actual. La decisión que tome el país afectará no solo su relación con China y Estados Unidos, sino también su posición en la industria automotriz global. La guerra comercial de los vehículos eléctricos es un juego de estrategias donde cada movimiento cuenta, y México debe decidir su próximo paso con cuidado.

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