Las carreras clandestinas de vehículos, conocidas localmente como “piques”, han generado controversia en Cuenca, llevando a las autoridades municipales y a la EMOV-EP a tomar medidas recientes.
Intervención y Respuesta
El último miércoles, la EMOV-EP junto con la Policía Nacional intervino en la autopista Cuenca-Azogues. Cámaras de vigilancia alertaron sobre vehículos estacionados ilegalmente, resultando en la retención de 11 vehículos y 42 citaciones, incluyendo un choque con una patrulla.
Demandas y Concentraciones
Como respuesta, los entusiastas de los “piques” se congregaron el viernes en el puente de Guangarcucho, solicitando un espacio adecuado para sus actividades.
Perspectiva de los Aficionados a los “Piques”
Pierre Tenecela, abogado y representante del grupo, enfatizó la falta de comprensión sobre estas competencias, a menudo estigmatizadas como actividades delictivas. Recordó la promesa del alcalde Cristian Zamora de establecer un cuarto de milla cerca del parque Chaullayacu, beneficiando a los participantes y fomentando un ambiente seguro.
Impacto Económico y Cultural
Diego Valdez, otro entusiasta, destacó el potencial económico y turístico que podría generar un espacio regulado para las carreras. Subrayó la importancia de probar vehículos antes de competir y cómo esto impulsaría sectores como talleres automotrices y comercio de neumáticos.
Desafíos y Consideraciones
A pesar de eventos pasados exitosos en Cuenca, los participantes buscan evitar molestias a la comunidad, prefiriendo áreas alejadas para sus actividades. Reconocen la necesidad de regulaciones y están dispuestos a dialogar con las autoridades para encontrar soluciones que respeten la ley y mitiguen las preocupaciones públicas.
Postura de las Autoridades
Lenin Guzmán de la EMOV-EP señaló la falta de solicitudes formales por parte del grupo, pero manifestó disposición para el diálogo bajo el marco legal vigente.
Conclusión
En resumen, mientras los “piques” de vehículos en Cuenca continúan generando debates y conflictos, tanto los aficionados como las autoridades buscan un terreno común para resolver estas diferencias. El camino hacia una solución viable incluye el diálogo continuo y el cumplimiento de normativas, asegurando tanto la seguridad pública como el desarrollo de una subcultura automovilística responsable.
Fuente:
elmercurio.com.ec
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