Casi tres décadas han transcurrido desde que la firma nipona lanzara al mercado el icónico Toyota Prius, convirtiéndolo en su modelo híbrido más emblemático a nivel mundial. Ahora, al acercarse el final de la vida útil de algunas unidades del Prius, Toyota ha anunciado una iniciativa pionera para reciclar de manera integral estos vehículos, maximizando la utilización de sus componentes vitales.
Un aspecto crucial en el reciclaje del Prius es la gestión de sus baterías, que alimentan la parte eléctrica de su mecánica híbrida. Para esta tarea, Toyota se ha asociado con Redwood Materials, una empresa especializada en el reciclaje de automóviles, situada al otro lado del océano.
La mayoría de los Toyota Prius se vendieron en California, y es desde allí que estas unidades alcanzarán su nueva vida. Toyota ha acordado con Redwood Materials el suministro de sus Prius para aprovechar al máximo los componentes de las baterías. Estos componentes serán tratados y transformados en nuevos materiales activos para el cátodo, así como láminas de cobre para el ánodo de las futuras baterías utilizadas en híbridos e híbridos enchufables de Toyota.
“En colaboración con Redwood Materials, Toyota da un paso decisivo hacia un futuro sostenible”, afirmó Cal Lankton, director comercial de Redwood Materials. Esta colaboración no solo busca gestionar de manera responsable el final de la vida útil de los vehículos eléctricos, sino también construir la próxima generación de vehículos eléctricos utilizando componentes de batería sostenibles y de fabricación nacional.
La visión de Toyota se extiende a un ecosistema de ciclo de vida de baterías que involucra el reciclaje, refabricación y reutilización de alrededor de 5 millones de baterías en uso, con una considerable contribución de sus propios Prius. Este proceso, desarrollado con Redwood Materials, no solo beneficia al medio ambiente, sino que también reduce los costos de producción y fortalece la cadena de suministro de Toyota.
Además de su impacto ambiental positivo, esta estrategia podría permitir a Toyota acceder a incentivos y subvenciones gubernamentales en Estados Unidos, demostrando su compromiso con la sostenibilidad y la economía circular.
Con esta innovadora técnica, Toyota demuestra que la sostenibilidad no solo está en sus vehículos, sino también en su visión de un futuro más verde y eficiente.