Tesla, que durante años se consolidó como líder mundial en vehículos eléctricos (EV), enfrenta uno de los momentos más críticos de su historia reciente. Su abrupta caída de ventas en los últimos 18 meses amenaza con desplazarla del primer lugar global, mientras nuevos obstáculos fiscales, arancelarios y de ingresos erosionan sus resultados.

Dos trimestres consecutivos de caídas históricas en ventas
En el segundo trimestre de 2025, Tesla registró una caída récord del 13,5% en ventas respecto al año anterior, marcando el segundo trimestre consecutivo con descensos de al menos 13%. Se espera que el reporte de ganancias del segundo trimestre, que será publicado tras el cierre del mercado, muestre otros problemas significativos en las finanzas de la compañía, mientras se acerca el momento en que podría perder su liderazgo mundial frente a BYD de China.
Las utilidades continúan desplomándose
La caída en las ventas durante el primer trimestre de 2025 provocó una disminución del 71% en las utilidades netas de Tesla. Para este segundo trimestre, analistas proyectan que la compañía informará una nueva caída cercana al 24%, equivalente a una pérdida de $350 millones en el período de marzo a junio.
Se antestan los créditos regulatorios que alimentaban sus finanzas
Tesla ha dependido en gran medida de la venta de créditos regulatorios para mantener su rentabilidad, generando $10.600 millones en utilidades desde 2019 gracias a este mecanismo. Sin embargo, una nueva ley fiscal y de gasto aprobada por los republicanos eliminó las penalizaciones para los fabricantes de automóviles que violen los límites de emisiones, reduciendo de forma crítica este flujo de ingresos para Tesla. Sin estos créditos, la empresa habría reportado pérdidas en el primer trimestre.
Pérdida de incentivos fiscales y nuevos aranceles
A partir de octubre, se eliminará el crédito fiscal de $7.500 para compradores de EV en EE.UU., lo que podría obligar a Tesla a reducir aún más los precios de sus vehículos para mantener la demanda, afectando sus márgenes de ganancia. Además, Tesla enfrenta el impacto de nuevos aranceles, incluyendo un aumento del 160% en los costos del grafito chino utilizado en sus baterías, presionando aún más sus costos operativos.
Musk apuesta por robotaxis y humanoides para calmar a los inversionistas
Frente a estas presiones, el CEO de Tesla, Elon Musk, intentará enfocar la atención de los inversionistas en sus ambiciosos proyectos de robotaxis y robots humanoides. La compañía inició en junio un servicio piloto de robotaxis en Austin, Texas, limitado a amigos y empleados, y con un operador humano a bordo, en un intento por mostrar avances. Sin embargo, podrían pasar años antes de que estos proyectos generen ingresos significativos para Tesla.
La incertidumbre política de Musk añade un factor de riesgo
En un giro adicional, Musk se distanció oficialmente de la administración de Donald Trump hace tres meses, pero no de la política, y ha anunciado planes para fundar un tercer partido político en EE.UU. Esta decisión genera incertidumbre sobre el futuro de Tesla y el enfoque de su CEO, sumando un factor impredecible al panorama financiero de la compañía
Tesla enfrenta un momento decisivo en 2025, con caídas sostenidas en ventas, pérdidas de ingresos clave y un entorno fiscal y arancelario adverso que podrían cambiar su posición de liderazgo en el mercado de vehículos eléctricos. A pesar de sus esfuerzos por innovar con robotaxis y humanoides, los resultados financieros de este trimestre serán una prueba crítica de su capacidad de adaptación en un mercado global cada vez más competitivo.
Fuente: CNN Business
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