En un movimiento estratégico, las automotrices Renault y Nissan, con base en Córdoba, han aparentemente iniciado un proceso de retiros voluntarios para 450 empleados de la planta de Santa Isabel. Esta decisión se da a conocer tras proyecciones de baja productividad para 2024 y en sintonía con el pronóstico de estanflación del presidente electo Javier Milei.
Ambas empresas, la francesa y la japonesa, estarían ofreciendo paquetes de retiro voluntario tanto para operarios contratados como para los de planta permanente. Se habla de una indemnización legal más tres salarios adicionales para el primer grupo y una indemnización más seis salarios para el segundo, según información proporcionada por el periodista Guillermo López.
La planta de Santa Isabel, conocida por la fabricación de modelos como Renault Sandero, Sandero Stepway, Logan, Kangoo, Renault Alaskan y Nissan Frontier, ha experimentado desafíos en los últimos meses debido a interrupciones en la cadena de suministro de insumos importados. Aunque las proyecciones indicaban crecimiento, parece que las compañías están tomando medidas preventivas en medio de un contexto económico incierto.
A pesar de la anticipada introducción de un nuevo modelo de Renault, anunciado por el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren, no se observa un aumento en las contrataciones. Este proyecto de una pick-up monocasco estaba previsto para 2024.
Este movimiento de Renault y Nissan podría ser una respuesta a la visión pesimista del presidente electo Milei, quien pronostica un escenario complejo con altos índices de inflación, una disminución de la actividad económica y un ajuste fiscal significativo en los próximos 18 a 24 meses.
En medio de estos desafíos económicos, no sería sorprendente que otras empresas automotrices en el país consideren tomar medidas similares para garantizar la continuidad de sus operaciones en tiempos de incertidumbre económica.