En el marco del Salón del Automóvil de Los Ángeles, altos ejecutivos de Hyundai y Kia expresan su confianza en una alta demanda de vehículos eléctricos (VE) en Estados Unidos. Mientras otras marcas muestran preocupaciones por este mercado, Hyundai y Kia destacan su optimismo.
José Muñoz, director global de operaciones de Hyundai, afirma que se mantiene optimista sobre los vehículos eléctricos de batería, señalando un crecimiento anual de las ventas de VE de la compañía. Además, destaca las inversiones en la planta de baterías eléctricas en Savannah (Georgia), con el objetivo de tenerla operativa para octubre de 2024.
Kia, perteneciente en un 34% a Hyundai, comparte una visión positiva, con Steven Center, director de operaciones de Kia America, indicando que continúan creciendo orgánicamente a pesar de las condiciones económicas.
Estas perspectivas contrastan con los temores de otros actores en la industria de vehículos eléctricos en Estados Unidos, como Tesla y Ford Motor, que han retrasado la construcción de fábricas de VE debido a preocupaciones económicas. Elon Musk, CEO de Tesla, ha expresado su inquietud por expandir la capacidad de las fábricas hasta que las tasas de interés disminuyan, reflejando una postura cautelosa también compartida por General Motors y Ford.
En contraste, startups como Lucid y Fisker han reducido sus objetivos de producción para 2023, y Polestar ha ajustado a la baja sus previsiones de entregas y ventas de vehículos eléctricos.