Desde hace varios meses, Maserati atraviesa un periodo de turbulencias que pone en riesgo su posición en el mercado global. Las cifras de enero a antessto de 2025 confirman la tendencia negativa: la marca del tridente registra una caída del 28 % en sus matriculaciones, en un contexto marcado por la falta de un plan de recuperación claro y la presión de competidores más innovadores en el sector automotriz de lujo.

Cifras que confirman la crisis
Durante los ocho primeros meses de 2025, Maserati matriculó 5.537 vehículos en sus diez principales mercados, una reducción significativa frente a 2024. El panorama muestra descensos casi generalizados:
- Estados Unidos: 2.288 unidades (-34 %), afectadas además por el nuevo impuesto del 15 % a los autos importados.
- Italia: 1.302 unidades, con un leve repunte en julio y antessto, pero aún en retroceso.
- Japón: 512 unidades, reflejando un desplome en Asia.
- Reino Unido: 217 unidades (-33 %).
- Suiza: 134 unidades (-46 %).
- Australia: 192 unidades (-31 %).
- Turquía: 140 unidades (-25 %).
- España: 176 unidades (-20 %).
- Francia: una excepción, con 73 unidades (+26 %), aunque en volúmenes bajos.
- Alemania: la sorpresa positiva, con 503 unidades (+33 %), impulsada por un excepcional mes de julio.
A pesar de estas pequeñas excepciones, la tendencia general refleja una pérdida de competitividad en mercados clave.
Los errores estratégicos que persiguen a Maserati
Más allá del contexto económico adverso, el deterioro de Maserati se relaciona directamente con decisiones estratégicas equivocadas en la última década. En su afán de convertirse en una marca de volumen, la firma sacrificó parte de la exclusividad que caracteriza al lujo automotriz.
En 2016 y 2017 alcanzó cifras récord de más de 40.000 y 50.000 unidades respectivamente. Sin embargo, ese crecimiento se reveló insostenible, debilitando su imagen de exclusividad y generando un espejismo de éxito. Hoy, la marca corre el riesgo de regresar a niveles de ventas cercanos a las 6.000 unidades anuales, similares a los de 2012, antes de su etapa de expansión.
La ausencia de un plan de producto visible
Aunque se anunció un plan de producto “estructurado y con garra” para mediados de 2025, este no ha sido compartido de forma oficial ni con los concesionarios ni con los entusiastas de la marca. Esta falta de comunicación genera incertidumbre y resta confianza en el futuro de Maserati.
Mientras tanto, la marca continúa produciendo vehículos admirados por su diseño italiano, considerado uno de los más elegantes del mercado. Sin embargo, el déficit se encuentra en la tecnología: mientras Ferrari y Lamborghini ya avanzan con híbridos enchufables de altas prestaciones, Maserati recién planea ofrecer uno en 2027.
Una larga espera hasta 2027
La falta de competitividad tecnológica hace prever que tanto 2025 como 2026 serán años complicados para Maserati. El esperado giro hacia la electrificación y la renovación de su portafolio tardará aún dos años en llegar, lo que deja a la marca expuesta a seguir perdiendo terreno frente a sus rivales.
¿Qué quiere ser Maserati en el futuro?
La pregunta central gira en torno a la identidad que la marca busca consolidar:
- ¿Convertirse en un fabricante de lujo con gran volumen, al estilo de Porsche, con más de 300.000 autos vendidos al año?
- ¿O apostar por la ultraexclusividad de Ferrari y Lamborghini, con producciones más reducidas pero altísima rentabilidad?
Por ahora, Maserati parece resistir con su tradición de diseño y exclusividad parcial, pero la falta de una visión clara y de un plan de electrificación acelerado ponen en duda su capacidad de recuperación. El 2027, con la llegada de motores electrificados, podría ser un punto de inflexión. Hasta entonces, su futuro permanece en juego.
Fuente: Ital Passion
Te puede interesar: