El volante del nuevo Bugatti Tourbillon ha generado muchas repercusiones por tener un diseño completamente distinto a lo que venían haciendo. Los creativos de la empresa alemana apostaron fuerte, pero esto ni se acerca a lo que hizo en su momento Mazda con el MX-81 Aria. Estamos hablando de una de las creaciones más extrañas en la historia de la industria automotriz.
Este modelo fue un prototipo que marcó un hito en la industria hace más de cuatro décadas. Aunque su historia no es tan conocida, el MX-81 es un testimonio de la capacidad de Mazda para empujar los límites del diseño y la tecnología automotriz. Terminaron llamando la atención de todo por su increíble diseño, completamente arriesgado y casi inutilizable.
El increíble volante del Mazda que humilla al Bugatti Tourbillon
Lo más sorprendente del Mazda MX-81 no era su exterior, sino su interior. En lugar de un volante tradicional, contaba con una tira rectangular de plástico enroscada a un módulo que parecía una pequeña pantalla de televisión, rodeada de diversos mandos. Esta configuración, inusual incluso para los estándares actuales, fue una auténtica revolución en su momento. Aunque hoy en día las pantallas en los automóviles son comunes, en 1981 este diseño rompía con todas las convenciones.
El uso de una pantalla en lugar de un volante tradicional era una visión adelantada de lo que la tecnología podría aportar al diseño de vehículos. A pesar de su innovación, esta idea no llegó a materializarse en un modelo de producción. Sin embargo, algunos elementos del MX-81, como parte de su frontal y los faros, fueron utilizados en el Mazda 323 F lanzado ocho años más tarde.
Impacto y legado de este extraño modelo
Aunque el Mazda MX-81 no pasó de la fase de prototipo, su impacto en el diseño automotriz fue significativo. Representó un ejercicio de creatividad y visión que desafiaba las normas de su tiempo. Comparado con innovaciones modernas como el volante del Bugatti Tourbillon, el MX-81 demuestra que la audacia en el diseño no es exclusiva del siglo XXI.
La historia del modelo realizado por la marca oriunda de Japón es un recordatorio de cómo la innovación puede desafiar y transformar las expectativas. Este vehículo, con su diseño futurista y tecnologías avanzadas, se reía de las convenciones y, de alguna manera, se adelantaba a su tiempo. Hoy, más de 40 años después, sigue siendo un testimonio de la capacidad de la industria automotriz para soñar y realizar conceptos que, aunque no siempre llegan al mercado, dejan una huella imborrable en la historia del automóvil.
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