Un terremoto sacude en estos momentos todo el sector cárnico español. Ni una semana después de que la Comisión Europea aprobara los nuevos aranceles a coches eléctricos chinos, Pekín ha respondido anunciando una investigación contra el cerdo europeo y aranceles a coches eléctricos, afectando principalmente a España.
Este escenario no es nuevo; ya ocurrió hace unos años durante el conflicto con los EEUU en la era Trump: cada vez que Europa se enfrenta en una “guerra comercial”, España termina siendo un ‘daño colateral’.
¿Qué ha sucedido? Tras meses investigando “los subsidios sobre los vehículos eléctricos procedentes de China”, la semana pasada la Comisión Europea aprobó una serie de aranceles provisionales que entrarán en vigor a partir de julio, cambiando sustancialmente el terreno de juego en pleno debate sobre el futuro de la industria automovilística europea. Y no es una exageración: hablamos de aranceles que oscilan entre un 17% y un 38%.
Todo el mundo sabía que China tomaría medidas y, como explicamos en Xataka, España (junto con Francia) ha desempeñado un papel importante en la imposición de estos aranceles. Lo que nadie sabía con certeza era qué consecuencias traerían.
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La incógnita se acaba de despejar. Pekín ha anunciado la apertura de una investigación antidumping (del mismo tipo que la de la Comisión sobre sus coches) que afecta a la carne de cerdo europea y todos sus subproductos. Este aviso afecta principalmente a Países Bajos, Dinamarca y, por supuesto, España.
Aunque se lleva fraguando desde hace unos meses, la coincidencia temporal no deja margen a la duda. La investigación afectará a toda la carne de cerdo destinada al consumo humano (cortes frescos o congelados; así como todo tipo de casquería). Según Reuters, arrancará el 17 de junio y puede causar un gran perjuicio a nuestro país.
Nerviosismo en España. Aunque la Unión Europea ha declarado que se asegurará de que la investigación cumpla las normas de la Organización Mundial del Comercio, las declaraciones chinas han generado un terremoto en España, que ahora pide hacer todo lo posible para evitar aranceles en la carne de cerdo.
Y es algo completamente comprensible. España no solo es el mayor exportador de carne de cerdo a China de toda Europa; es el mayor exportador a China del mundo, superando a Estados Unidos y Brasil. Aproximadamente el 23% del porcino que importa China proviene de España, lo que equivale a casi 2.000 millones de dólares.
Estos casi 2.000 millones convierten al gigante asiático en el principal destinatario de nuestras exportaciones de carne de cerdo, colocando a España en una situación muy complicada.
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