Fin motores combustión 2035 se mantiene como una propuesta que genera tensión en Europa. El canciller alemán, Friedrich Merz, cuestiona que la normativa europea establezca un límite rígido para la venta de vehículos con emisiones. Además, sostiene que la transición debe incluir mayor flexibilidad tecnológica para la industria automotriz.
Asegura que hará “todo lo posible” para impedir que 2035 represente un corte definitivo para los motores de combustión.
Se consolida, por tanto, como centro de su discurso político reciente.
Fin de motores combustión: Alemania busca un cambio regulatorio
Fin motores combustión 2035 es un objetivo que Merz vincula con riesgos para la economía alemana. Según el canciller, la medida puede afectar inversiones comprometidas y dificultar la adaptación industrial. Asimismo, propone que la normativa permita combustibles neutros en CO₂ y otras soluciones que reduzcan emisiones.
“La fecha no puede suponer un corte abrupto”, afirmó en octubre. Insiste también en “neutralidad tecnológica” para permitir investigación en motores eficientes y combustibles sintéticos. Por ello, defiende que no se limite la innovación a una sola vía.
Movimiento político previo
Fin motores combustión 2035 no surgió de manera aislada. Antes de llegar a la Cancillería, la CDU/CSU y el Partido Popular Europeo ya impulsaban cambios normativos en Bruselas. Entre sus propuestas, abogan por habilitar la venta de coches a combustión que funcionen con combustibles sintéticos, biocombustibles o híbridos enchufables.
Además, en marzo, el grupo popular del Parlamento Europeo anunció que buscaría revisar la norma durante el periodo establecido. Italia y República Checa se alinearon públicamente con esta postura, solicitando mayor flexibilidad.

Motores combustión 2035: Debate interno en el gobierno alemán
Fin motores combustión 2035 enfrenta otra postura dentro del gobierno alemán. El sector socialdemócrata advierte que cambiar ahora las reglas afectaría la seguridad jurídica y las inversiones en electrificación. Desde el SPD recuerdan que los fabricantes llevan años adaptándose para eliminar motores térmicos.
Por ello, el partido considera prioritario facilitar el salto hacia vehículos eléctricos y no prolongar la vida de la combustión.
Flexibilidad para la industria
Fin motores combustión 2035 continúa siendo discutido mientras Bruselas revisa la normativa. Sin embargo, mantiene el objetivo de prohibir la venta de modelos térmicos. Esa revisión aún no implica cambios definitivos.
Finalmente, la industria automotriz europea permanece atenta. La decisión influirá en inversiones, producción y estrategias de largo plazo.
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