La preparación para construir un automóvil de competencias demanda tiempo, inversión y disciplina. Además, implica un camino de pruebas, errores y aprendizaje tanto para el vehículo como para el piloto.
Elección del modelo y categoría
No existe un modelo único para iniciar en el automovilismo. En muchos casos, los gustos personales, la influencia de la infancia o incluso el cine determinan la elección del vehículo.
En Ecuador, autos como el Suzuki Forza 1, Forza 2 o el 1.3 Twin Cam son comunes. También lo es el Honda Civic en sus distintas versiones: sedán, coupé y hatchback. Según Jorge Murillo, piloto del ‘Bimmerito Racing team by Oriam Performance’, el Forza era accesible en su época, mientras que los Honda destacaban por sus prestaciones y rendimiento en la pista.
Antes de elegir un carro, es clave considerar la categoría en la que se competirá. Murillo explica que muchos Forza ya estaban en uso en las divisiones, lo que encarecía el armado de un modelo competitivo. Por esa razón optó por un BMW E36 325i de 1992, con cilindrada de 3.000 cc, que ofrecía mejores condiciones de fábrica.
Preparación del vehículo paso a paso
Murillo adquirió su BMW en 2021 y lo comenzó a preparar en mayo de 2022. Desde entonces, compite en la categoría Gran Turismo, que agrupa a autos de hasta 4.000 cc y con llantas normadas. “Llevar al auto al nivel en el que está nos tomó dos años. Primero trabajamos en seguridad y luego en potencia”, detalla Mario Oñate, preparador de autos de carreras y jefe del equipo.
Las categorías dependen de la potencia del motor y se dividen en TC Promocional, TC Light, TC 1.600, TC 2.000, TC Abierta, Gran Turismo y Prototipos P1 y P2.
El proceso inicia por la seguridad. De esta manera, se refuerzan frenos, suspensión y dirección. En el interior se retira tapicería e aislantes inflamables. También se añade un ‘roll bar’, butacas ergonómicas y cinturones de 4 a 6 puntos.
Para aligerar el carro, se sustituyen vidrios por policarbonato y, en ocasiones, se cambia la ubicación de la batería para equilibrar el peso. Una vez garantizada la seguridad, comienza el trabajo en la potencia del motor y de la caja de cambios.
No obstante, antes de todo, el vehículo debe estar en buenas condiciones estructurales. Murillo advierte que un auto accidentado pierde rigidez y puede ser inseguro en pista.
Desarrollo del piloto junto al auto
La evolución del auto va de la mano con la preparación del piloto. Oñate subraya que no sirve de nada tener un carro veloz si el conductor no puede controlarlo.
Por eso, Murillo mantiene una disciplina física y mental. “Un auto rápido exige buena condición en brazos, piernas y espalda, además de reflejos entrenados”, afirma. Asimismo, la práctica en pista permite detectar fallas, conocer los límites del auto y ganar confianza.
Tras la competencia ‘1001 km de Yahuarcocha 2024’, donde el equipo obtuvo el tercer lugar y el título nacional en Gran Turismo, Murillo intensificó su entrenamiento físico, especialmente en abdomen, pecho y core. Además, sigue rutinas de fortalecimiento de cuello, concentración y reflejos con ayuda de un psicólogo deportivo.
La seguridad personal también es esencial. El piloto utiliza casco homologado, protector de cuello, balaclava, overol, guantes y zapatos ignífugos.
Pasión que supera la inversión
El automovilismo requiere tiempo, dinero y esfuerzo. No obstante, el impulso principal proviene de la pasión. Según Murillo, la inversión puede oscilar entre 10 mil y 30 mil dólares, pero la retribución es principalmente emocional. “Esto se hace por la ilusión de correr”, asegura.
El próximo 27 de septiembre, el ‘Bimmerito Racing Team by Oriam Performance’ participará en la carrera “10 horas Ecuador 2025”, en el autódromo de Yahuarcocha.
Fuente: La Hora
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