China avanza rápidamente en la implementación de la tecnología de conducción asistida, con fabricantes nacionales superando a rivales extranjeros. Esta innovación tecnológica, impulsada por un mercado ávido de vehículos inteligentes, ha generado un creciente escrutinio por parte de los reguladores chinos. El reciente accidente mortal de un sedán Xiaomi SU7 ha acelerado la creación de nuevas normativas.
Regulación sin frenar el desarrollo
El gobierno de China busca equilibrar dos prioridades: avanzar en la tecnología de conducción asistida y garantizar la seguridad de los usuarios. Con este fin, se están definiendo reglas más estrictas que vigilen la conciencia del conductor y su capacidad de respuesta. Esta regulación minuciosa contrasta con la falta de normativas claras en Estados Unidos, lo que podría brindar una ventaja competitiva a la industria china.
Participación de gigantes tecnológicos
Para formular las nuevas regulaciones, el gobierno ha reclutado a empresas líderes como Huawei y Dongfeng. Ambas colaboran activamente en el desarrollo de políticas públicas, mientras se consulta la opinión ciudadana. El foco está en garantizar que los sistemas de tecnología de conducción asistida sean confiables y no fomenten una falsa sensación de autonomía total.
El ambicioso Nivel 3
El objetivo actual de las autoridades chinas es aprobar los primeros automóviles con tecnología de conducción asistida de Nivel 3 en 2026. Estos sistemas permitirán a los conductores apartar la vista de la carretera en circunstancias controladas. No obstante, el proceso fue interrumpido tras el accidente del vehículo Xiaomi, posponiendo pruebas clave que estaban a cargo de la empresa estatal Changan.
El auge de los sistemas de Nivel 2
Mientras tanto, la adopción masiva de sistemas de Nivel 2 sigue en ascenso. Tesla y Xiaomi lideran este segmento con funciones como el seguimiento de carril y la gestión del tráfico urbano. Firmas como BYD han democratizado esta tecnología, ofreciendo funciones avanzadas sin costos adicionales. Según Canalys, más del 60% de los vehículos nuevos vendidos en China este año incluirán esta tecnología.
Comparación global y futuro del mercado
El modelo chino de promoción estatal recuerda a su estrategia con los vehículos eléctricos. Nueve fabricantes ya han sido seleccionados para participar en pruebas públicas. La ley china también está comenzando a exigir responsabilidad a los fabricantes si sus sistemas fallan, siguiendo un modelo similar al adoptado por el Reino Unido.
En el salón del automóvil de Shanghái, Huawei anunció que su sistema Nivel 3 está listo tras 600 millones de kilómetros de pruebas simuladas. Zeekr, por su parte, presentó el SUV 9X, esperando la aprobación para producción masiva.
Sin embargo, marcas tradicionales como Mercedes-Benz y Volkswagen se muestran más cautelosas. Aunque promueven funciones avanzadas, evitan por ahora cruzar el umbral regulatorio del Nivel 3, debido a los altos costos y complejidades técnicas.
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