Aunque tu auto parezca estar en buenas condiciones, eso no significa que esté listo para un trayecto exigente. Antes de iniciar un viaje largo, conviene revisar una serie de componentes clave que pueden fallar justo en el peor momento. Estas inspecciones básicas aumentan la seguridad, previenen gastos imprevistos y extienden la vida útil del vehículo.
Revisa los frenos y asegúrate de que funcionen bien
El sistema de frenos es fundamental. Comprueba el estado de pastillas y discos. Si hay ruidos metálicos o el pedal se hunde demasiado, puede haber un problema. Controla también el nivel del líquido de frenos. Si luce oscuro o tiene más de dos años, es momento de cambiarlo.
Neumáticos y repuesto listos para el viaje largo
Verifica que los neumáticos tengan un dibujo con al menos 1,6 mm de profundidad. Observa si hay grietas, deformaciones o desgaste irregular. Ajusta la presión según el manual del fabricante. No olvides revisar la rueda de repuesto y asegurarte de llevar las herramientas necesarias para un cambio en ruta.
Dirección y suspensión firmes en todo momento
Si notas inestabilidad en curvas, ruidos al girar o vibraciones, revisa los amortiguadores, rótulas y bandejas. Una falla en la suspensión compromete el control del auto. Solucionarlo antes de salir es clave para conducir con seguridad durante un viaje largo.

Verifica el sistema de luces y señalización
Confirma que todas las luces funcionen correctamente: altas, bajas, freno, reversa e intermitentes. También revisa que las luces delanteras estén bien alineadas. Una ampolleta quemada puede causar un accidente o una multa.
Aceite del motor y filtros en buen estado
No postergues el cambio de aceite si ya se aproxima. Revisa además el filtro de aire, aceite, combustible y el de cabina. En vehículos poco mantenidos, estos elementos pueden provocar fallos en un momento crítico. Especialmente durante un viaje largo, su buen estado es vital.
Controla todos los líquidos esenciales
Revisa el refrigerante, que debe tener buen color y estar dentro del nivel recomendado. Si el líquido de dirección asistida falla, el volante puede ponerse duro. El limpiaparabrisas debe tener suficiente líquido, sobre todo si esperas lluvia o caminos sucios.
Batería con carga y terminales limpios
Si la batería tiene más de tres años, mide su voltaje antes del viaje. Presta atención si notas arranque lento, luces tenues o terminales sulfatados. Asegúrate de que los bornes estén bien sujetos. Evita quedarte varado desde el inicio del trayecto.
Inspecciona correas y mangueras del motor
Haz una revisión visual. Las correas deben estar tensas y sin grietas. Las mangueras tampoco deben mostrar fugas o desgaste. Si alguna falla durante un viaje largo, el costo y el riesgo aumentan considerablemente. Detectarlas a tiempo es clave.
Aire acondicionado y desempañador funcionales
Más allá del confort, el aire acondicionado y el desempañador ayudan a mantener una buena visibilidad. Si no enfría bien o se perciben olores desagradables, revisa el filtro del aire y el gas refrigerante.
Documentación y kit de emergencia obligatorios
Lleva tu licencia de conducir y el permiso de circulación al día. El kit de emergencia debe incluir triángulo, chaleco reflectante, linterna, extintor y rueda de repuesto. Estos elementos pueden salvarte de pasar un mal rato en medio del camino.
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